En la mitología griega, Hermes era el dios mensajero olímpico, de las fronteras y los viajeros que las cruzan, del ingenio y el comercio en general, de la astucia, de los ladrones y mentirosos.
Pero lo más interesante es su faceta de psychopompo, de guiar almas al inframundo, al Hades.
En todas las culturas hay una contraparte: en la anglosajona suele ser el cuervo, en el latín el perro negro, el búho …
Pero la sofisticación de la mitología griega es asombrosa. La obra se divide en dos etapas y dos personajes: Hermes, que representa la liberación, la huida; y Caronte como tránsito.
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